Hace unas semanas se celebraba San Valentín, festividad que comúnmente se asocia a la juventud, tanto en películas como en anuncios, como si estos fueran los únicos que sienten amor. Por ello, nos preguntamos: ¿Cómo vive el día de los enamorados este colectivo?
Bien es sabido que el amor no tiene edad, por lo que no sería raro pensar que estos festejen su amor este día. El hecho de pensar que no es para ellos, sería similar a considerar que las personas mayores no tienen derecho a enamorarse, como si los sentimientos fueran exclusivos de la juventud, en vez de algo inherente al ser humano a lo largo de su vida.
San Valentín no deja de ser una fecha inventada por el mundo comercial para fomentar el consumo, de manera que podemos unirnos a la “locura del amor” haciendo nuestros propios planes sin que esto suponga una frustración. Pero dejando de lado el gastar más o menos durante esta efeméride, no es necesario esperar a unas bodas de plata o de oro para celebrar.
En realidad, muchos pensarán que tampoco hace falta que sea 14 de febrero, ni hacerse regalos caros. Lo importante es sentirse afortunado de los vínculos que se tienen y cualquier excusa es buena para demostrarlos, sea o no el día de los enamorados.
Sobre todo, lo esencial es recordar que la idea original de la celebración de San Valentín gira en torno al amor, cuyas formas son diversas. No solo en la pareja. ¿Tienes familia o amigos o la posibilidad de vivir un nuevo día? Entonces ya tienes con quién y por qué celebrar.
¿Solo en San Valentín?
Si por diversas circunstancias en esta fecha no tenemos pareja, o si ya ha pasado a mejor vida, nuestra actitud debe prevalecer ante el dolor, la tristeza o la depresión. Y más en los tiempos que corren, en los que una crisis sanitaria como la Covid-19 ha irrumpido en nuestras vidas. En el caso de nos haya tocado de cerca, días como este pueden ser complicados, por lo que una actitud positiva será fundamental en cualquier fecha señalada.
Dale la vuelta, piensa en lo bueno que fue todo a su lado y conmemora estos días de forma nostálgica, en vez de enfocados en la tristeza. El primer paso es evitar la soledad. En nuestro entorno siempre existen amigos o familiares con quienes se puede organizar una reunión, dar un paseo o hacer una videollamada. El amor y el afecto que necesitamos podemos encontrarlo en nuestros parientes y amistades.
Para el periodista y coach en Salud y Bienestar, Jesús Canales Llontop, una segunda “actitud” es aceptar las etapas de la vida. El ayer y el hoy. Aprender a querer nuestro presente y donde nos sitúa la vida. Es decir, comprender y disfrutar el momento que vivimos. Nada ganamos con preocuparnos, todo se logra si mantenemos nuestra mente y acción en positivo.
Y como tercer paso, pasada esta fecha, debemos aprender a valorar el tiempo, ya que, por lo general, postergamos algunas actividades o tareas por dedicarnos a la pareja.
“Es aquí el momento en que podemos cumplir temas pendientes como completar algunos estudios, emprender algún negocio, viajar; pues, con el tiempo a favor podemos realizarlos sin prisa ni presión”, manifiesta el especialista. Porque son muchos especialistas los que promulgan que no se es viejo por edad, si no cuando se deja de querer aprender y vivir experiencias nuevas como, por qué no, el amor.