Los viajes, ese aire fresco que nos permite conocer nuevos lugares y culturas, que tanto nos gusta. Las condiciones adversas de la pandemia han hecho que algo tan esencial como las vacaciones pase a un segundo plano, desde sus comienzos en marzo de 2020.
Cuando las barreras perimetrales o la cancelación de vuelos no han sido la causa, el miedo al contagio se ha convertido en la razón por la que se posponían esas ansiadas escapadas. Y, así, tras seis olas pandémicas, lo que iba a ser solo un retraso se ha transformado casi en un imposible.
Esta misma semana, se ha celebrado en Madrid la Feria Internacional de Turismo (FITUR), que tradicionalmente recoge las mayores propuestas turística de Europa. Las empresas hoteleras asistentes se muestran optimistas, a pesar de la ausencia de países como Francia, Alemania y Reino Unido. El sector habla de crecimiento y recuperación durante 2022 pero, visto lo visto, ¿tenemos alguna garantía de que no nos sorprenderá otra oleada de contagios? Y, aún en el presente, ¿es seguro viajar?
El reiterado retraso del IMSERSO
Como bien suscribe el portal de noticias de turismo Preferente, tras 671 días de suspensión motivada por la pandemia, el pasado 10 de enero arrancaron los primeros viajes del IMSERSO. Según los datos de este medio, en enero están previstas muy pocas salidas y la mayor parte de las casi 400.000 plazas reservadas se concentran entre febrero y marzo, cuando a priori la situación epidemiológica debería haber mejorado.
Parece que la oferta turística vuelve a resurgir, pero la realidad es que solo la mitad de las plazas que conforman este programa han sido solicitadas, dado que la apertura de sus ventas ha coincidido con la actual explosión de contagios de Covid-19.
Por todo ello, sabemos que las personas mayores se encuentran con una gran disyuntiva, entre las ganas de viajar y el miedo tras la oleada más reciente. Quizá otros colectivos hayan encontrada la forma de escaparse en los momentos más relajados de la pandemia, pero los mayores, señalados como principal grupo de riesgo desde el comienzo, son lo que seguramente más han postergado este tipo de ocio.
TSYS lo sabe bien, debido al continuo contacto con sus clientes, y por eso ha pensado en dos formas de viajar para ellos, en las que puedan disfrutar y al mismo tiempo minimizar los riesgos.
La península y sus diversos pueblos
El mundo rural, aparte de su encanto natural, tiene la particularidad de alejarse de las grandes aglomeraciones poblacionales, por lo que su fácil control pandémico es una suerte en los tiempos que corren. Si el coronavirus llega a un pueblo, todos lo saben, por lo que anticiparse a la situación es casi una certeza.
Por ello, escapadas de fin de semana o estancias más largas a destinos rurales de la península pueden ser una gran alternativa de ocio. De esta manera, las actuales circunstancias pueden convertirse en la excusa perfecta para redescubrir un turismo diferente o de gastronomía local, y dejar los grandes destinos para el futuro.
De hecho, este tipo de turismo ya se estilaba en años prepandémicos, donde los estudios del Observatorio del Turismo Rural, de Escapada Rural, apuntaban que el destino preferido por el 20 % de los viajeros senior era Castilla y León, seguido de un 13 % que se desplazaba a Cantabria y Asturias. Asimismo, un 9 % de los encuestados se dirigía a Aragón, oscilando entre un 2 % y el 6 % para el resto de las comunidades.
Internet te permite viajar a cualquier lugar
Si algo positivo ha tenido el coronavirus es que ha estrechado distancias entre las personas mayores y la tecnología, duplicando su presencia en internet con respecto a 2019 hasta casi el 60 %, según el Barómetro UDP. Esto hace más viable esta alternativa que nos hace viajar a través de la pantalla, erradicando al completo el contagio, reduciendo muchísimo los costes y convirtiéndose, además, en una solución para personas con movilidad reducida.
Cada vez son más las plataformas de Google que posibilitar realizar este tipo de viajes, así como los monumentos y museos que apuestan por el mundo virtual. Entre ellos, encontramos claros ejemplos como el Museo Guggenhein de Bilbao, la Capilla Sixtina del Vaticano o la Sagrada Familia de Gaudí, cuyas páginas webs cuentan con su propio servicio de visitas virtuales.
TSYS lleva ya un tiempo con este tipo de propuestas en el punto de mira y quiere acercar esta realidad a sus clientes, para hacerles viajar a cualquier parte del mundo sin que tengan que desplazarse. Pronto os llegan noticias sobre ello, pero mientras tanto, os dejamos un par de enlaces por si algún interesado no puede resistir las ganas de viajar.h