Las personas siempre requerimos de cuidados, pero es durante el verano, cuando las personas mayores, requieren quizás una atención especial, dada su mayor vulnerabilidad a las altas temperaturas. Aunque ya los conocemos, nunca está de más hacer un recordatorio cada verano para que tengamos en cuenta algunas pautas y consejos que nos ayuden a pasar esta estación con más seguridad, de forma más confortable y pudiendo prevenir situaciones indeseadas:
Cuidado de la piel:
Hidratación: Es crucial mantener una adecuada hidratación durante el verano. Asegúrate de que las personas mayores beban suficiente agua a lo largo del día, incluso si no sienten sed ya que es una sensación que puede perderse, por tanto sería bueno pautar la ingesta de agua.
Protección solar: La piel de las personas mayores puede ser más sensible al sol. Se recomienda el uso de protector solar de amplio espectro con un factor de protección solar (FPS) de al menos 30, o superior y asegúrate de aplicarlo correctamente en todas las áreas expuestas. Y por supuesto no exponerse directamente al sol en las horas centrales del día.
Ropa adecuada: Anima a las personas mayores a usar ropa ligera, de colores claros y tejidos transpirables para ayudar a mantener su piel fresca. Además, es importante que utilicen sombreros de ala ancha y gafas de sol para protegerse del sol. Puede ser un buen momento para animarles con prendas más alegres, ligeras, y texturas que les resulten agradables y puedan recodarles otros veranos de su vida.
Sombreros y gafas de sol: Proporciona sombreros de ala ancha y gafas de sol para proteger la piel y los ojos del sol.
Evitar las horas pico: Significa que las personas mayores eviten la exposición directa al sol durante las horas más calurosas del día, generalmente entre las 10 a.m. y las 4 p.m. Realmente siempre es mejor opción poder disfrutar del sol mediante paseos, e ir combinando sol y sombra, para que el cuerpo y la piel sufran menos estrés.
Cuidado de los pies:
Solemos olvidarnos de los pies a menudo, cuando estos, necesitan unos sencillos cuidados para que podamos mantenerlos sanos.
Higiene y sequedad: Se recomienda lavar los pies diariamente con agua tibia y jabón suave. Asegúrate de secarlos bien, especialmente entre los dedos, para evitar la proliferación de hongos. Puede ser una experiencia muy agradable para la persona que recibe el cuidado, ya que se le puede dar un suave masaje, que además le relajará.
Inspección diaria: Revisa los pies de la persona mayor diariamente en busca de signos de ampollas, rozaduras, heridas o irritaciones.
Mantener los pies secos: Después de lavar los pies, asegúrate de que estén completamente secos antes de poner los zapatos y calcetines.
Evitar andar descalzo: Durante el verano, evita caminar descalzo para prevenir quemaduras en los pies por superficies calientes
Calzado adecuado: Se aconseja el uso de zapatos cómodos y transpirables que se ajusten correctamente para evitar rozaduras y ampollas. Evita los zapatos cerrados o de materiales sintéticos que pueden retener el calor y causar incomodidad. El pie, puede estar desnudo, para ser acariciado por el aire, la hierba, la arena, el agua, en función de cada caso, y en la media que se pueda, realizar pequeños movimientos para ayudar a su movilización.
Control de la humedad: Si la persona mayor suda mucho en los pies, recomienda el uso de productos anti transpirables, y mejorar la frecuencia de la higiene para prevenir la aparición de hongos.
Afrontar una ola de calor:
Por último, algunos consejos para afrontar una ola de calor a la que cada vez estamos más expuestos:
Mantenerse fresco: Recuerda a las personas mayores que busquen lugares frescos, como aires acondicionados y ventiladores siempre que no estén expuestos directamente a ellos, o espacios sombreados. Si su temperatura aumenta, pueden usar toallas mojadas o tomar duchas refrescantes para reducir la temperatura corporal.
Vestimenta adecuada: Sugiere el uso de ropa ligera y suelta que permita la circulación del aire. Las telas naturales, como el algodón, son una buena opción.
Beber líquidos: Es esencial que las personas mayores beban líquidos regularmente para mantenerse hidratadas. Se recomienda siempre agua fresca, que puede ser aromatizada con limón, naranja, hierbabuena, infusiones naturales con hielo como rooibos, poleo-menta, manzanilla, y evitar el consumo de bebidas con cafeína o alcohol, ya que pueden provocar deshidratación, así como las bebidas azucaradas.
Baños refrescantes: Si es necesario, ayuda a la persona a tomar duchas o baños frescos para reducir la temperatura corporal.
Reducción de actividades físicas: Evita actividades extenuantes durante las horas más calurosas y fomenta el descanso.
Controlar los síntomas: En caso de síntomas de golpe de calor, como mareos, confusión, piel enrojecida o caliente, náuseas o dolor de cabeza, es importante buscar atención médica de inmediato.
Recuerda que cada persona es diferente, por lo que es esencial adaptar estos cuidados a las necesidades y gustos individuales de cada persona mayor. Además, mantente atento a las recomendaciones locales y nacionales en relación con las olas de calor, y recuerda que siempre es aconsejable consultar con un médico o profesional de la salud para obtener orientación personalizada en función de las condiciones médicas de cada persona.
Por último recordaros, que si vais a iros de vacaciones y queréis estar tranquilos de que vuestros padres van a estar cuidados durante ese período, contad con el equipo de TSYS, os proporcionará un cuidador o cuidadora, durante los días y las horas que necesitéis para que todos podáis disfrutar con salud y bienestar del verano.
Tsys Te cuidamos en casa.
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