Durante las próximas tres décadas, se prevé que el número de personas mayores en todo el mundo se duplique, llegando a más de 1.500 millones en 2050. Sin embargo, la mitad de la población tiene una actitud edadista, incluidos los mismos desarrolladores tecnológicos, lo que dificulta su inclusión en el mundo digital
El pasado fin de semana, concretamente el sábado 1 de octubre, se celebraba el Día Mundial de las Personas Mayores y en TSYS queremos aprovechar para dar voz a todas las cuestiones que achacan a este colectivo, con el que estamos profundamente comprometidos.
El lema elegido para este 2021 es «Equidad digital para todas las edades» y hace hincapié en la necesidad de que las personas mayores tengan acceso y una participación significativa en el mundo digital. Una reivindicación con la que no podíamos estar más de acuerdo.
Si algo ha evidenciado lo vivido en esta pandemia es que las personas mayores son plenamente capaces de convivir con la tecnología y, por supuesto, aprovecharse de todos los beneficios que pueden extraer de ella. Hemos visto abuelas y abuelos confinados en sus casas contactando con sus nietos a través de una pantalla, siendo participes en las redes sociales, así como devorando series y películas en línea, sin la necesidad que otro familiar fuera su mano auxiliar en todas ellas.
Un ejemplo clarísimo de esta realidad es cómo han llegado los terminales de teleasistencia a los hogares en protocolo de contacto cero. En países como Alemania, el 98% de las personas mayores pudieron realizar su instalación de forma unilateral, lo que representa un total de 30.000 hogares; como bien referenciaba el portavoz de la empresa tecnológica NEAT, durante el III Encuentro virtual sobre Tecnología que impulsa la atención centrada en la persona.
Anécdotas como esta, y muchas otras derivadas de la pandemia, han evidenciado la necesidad de las personas mayores de incluirse en el saco de la tecnología, por todos los beneficios y facilidades que esta puede ofrecerles, tanto en su día a día como en situaciones límite como la hemos vivido por culpa de la Covid-19.
Sin embargo, informes recientes de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) indican que las personas mayores experimentan una desigualdad digital mayor con respecto a otros grupos de la sociedad. Carecen de acceso a las tecnologías o a menudo no se benefician plenamente de las oportunidades que ofrece el progreso tecnológico.
Esto, en gran medida, se debe a que muchos hogares ubicados en entornos rurales y habitados por personas mayores no tienen acceso a internet, al no contar siquiera con la infraestructura necesaria. Aunque, a ello, hay que sumar la actitud edadista de la sociedad, quien en su mayoría considera a los mayores no aptos para la tecnología y, por ende, condiciona a estos a mostrar recelo hacia ella, como si el salto generacional no fuera suficiente.
Según una encuesta recogida por Naciones Unidas y realizada a 83.034 personas en 57 países, una de cada dos personas tiene actitudes edadistas – o lo que es lo mismo, estereotipos y prejuicios asociados a las personas mayores por el simple hecho de serlo – y esto, obviamente, incluye a los mismos desarrolladores tecnológicos.
Objetivos del Día Internacional de las Personas de Edad para 2021
- Sensibilizar sobre la importancia de la inclusión digital de las personas mayores, abordando al mismo tiempo los estereotipos y la discriminación asociados a la digitalización que sufren al estar contacto con la tecnología, por el simple hecho de ser mayores.
- Estudiar la función de las políticas y los marcos jurídicos para garantizar la privacidad y la seguridad de las personas de edad en el mundo digital. A medida que avanza las tecnologías también lo hacen las amenazas en red, por lo que garantizar un entorno digital es fundamental para incluir a la población envejecida.
- Concienciar a los ámbitos vinculados a la implantación tecnológica, ya sean públicos o privados, de la necesidad de que los dispositivos sean accesibles y asequibles a todos los grupos de la sociedad.
La brecha digital aún persiste y esto, en gran medida, se debe a la creencia social de que la tecnología no está hecha para las personas mayores, algo que se extiende también entre los desarrolladores, quienes obvian la accesibilidad en sus productos.
Esta realidad entra en conflicto con los mismo Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU. Y es que, si la comunidad internacional quiere alcanzar sus metas fijadas para 2030, debemos conseguir que todas las personas del mundo utilicen las tecnologías digitales, y eso incluye, por supuesto, a las personas mayores.
Todas estas citas y declaraciones resultan cada vez más esenciales teniendo en cuenta el mundo cambiante en el que vivimos, tanto tecnológicamente como demográficamente.
Entre 1950 y 2010, la esperanza de vida en todo el mundo aumentó de 46 a 68 año, según informa un informe recogido por Naciones Unidas. A nivel mundial, había 703 millones de personas de 65 años o más en 2019, mientras que Asia oriental y sudoriental albergaba el mayor número de personas mayores (261 millones), seguida de Europa y América del Norte (más de 200 millones).
Además, esta tendencia al envejecimiento de la sociedad no ha hecho más que empezar. Durante las próximas tres décadas, se estima que el número de mayores aumente a más del doble, llegando a más de 1.500 millones de personas en 2050. Todas las regiones verán un aumento en el tamaño de la población mayor entre 2019 y 2050, cuando se prevé que los países desarrollados albergarán más de dos tercios de la población de edad avanzada del mundo (1.100 millones).
Por todo ello, cada vez se hace más patente la necesidad de incluir a las personas mayores en la tecnología; entendiéndose incluir como la creación de herramientas digitales accesibles para ellos, en lugar de que las excluya desde su misma concepción.
Amplia la información:
https://www.un.org/es/observances/older-persons-day
https://inversorlatam.com/las-tecnologias-mejoraria-la-calidad-de-vida-de-la-tercera-edad/