Cuidado a domicilio para personas con demencia
Llega ese momento en el que diagnostican a un familiar un tipo de demencia y se vienen a la cabeza muchas cosas, la edad, el estilo de vida, la genética… Será el especialista quien os explique todo pero es la familia quien suele darse cuenta de los primeros síntomas y quien quizá pensó que eran signos de la edad.
Después te explican que aunque suelan darse a partir de los 65 años, las demencias pueden aparecer a cualquier edad y que esto no es un deterioro cognitivo sin más, si no que está originado por una enfermedad en la mayoría de los casos, que no tiene cura aunque hay tratamientos para sobrellevarla y que además irá empeorando con el tiempo.
Queremos ayudarte con unos pequeños datos y algunos consejos sobre cuidados creados desde la experiencia de años en el cuidado de personas mayores y dependientes en casa.
¿Qué es la demencia?
Comencemos aclarando que la demencia no es una enfermedad en sí, si no un síndrome, esto quiere decir que es un conjunto de síntomas, la mayoría de ellos originados por una enfermedad que produzca demencia. La Organización Mundial de la salud la define como “un síndrome de carácter progresivo cuya singularidad más importante es el desgaste de capacidad para procesar el pensamiento”.
Existe un deterioro cognitivo asociado a la edad, igual que existen deterioros cognitivos leves o moderados con otro origen. Sin embargo, la demencia es un deterioro cognitivo más grave que afecta a las capacidades mentales y que empeora con el tiempo. Una persona mayor puede olvidar pequeños actos o gestos, no olvida la totalidad de las cosas e impide el desarrollo de sus actividades de la vida diaria.
Podemos ver diferentes tipos de demencia según su origen y, aunque se dan a cualquier edad, es a partir de los 65 años cuando más aparecen. El Alzheimer es el tipo de demencia más significativo ya que es la enfermedad que provoca alrededor del 80% de las demencias.
¿Cómo cuidar a una persona con demencia?
Enfrentarse a este tipo de enfermedades en un familiar es complicado. El deterioro avanza y aparecen nuevos síntomas y problemáticas. Por ello hay que tener en cuenta: causa, tratamiento y cuidadores.
Lo primero, causa y tratamiento, debemos supervisarlo y acudir a los especialistas oportunos todas las veces necesarias y transmitir la evolución y resultados de los tratamientos usados. En muchas ocasiones hay que cambiarlos, no pasa nada, cada persona tiene unas características y no hay que conformarse si no vemos bien a nuestro familiar.
Por último y casi más importante, es el cuidador. La persona que parece una demencia, por evolución, necesita cuidados en mayor o menor medida según el momento de la enfermedad en la que se encuentre.
Si es un familiar quien le cuida debe tener en cuenta los servicios que necesita y a los que tiene derecho: sanitarios, sociales, dependencia, recursos, ayudas… Además, es esencial tener en cuenta a toda la familia, se van a tener que tomar decisiones por lo que reunirse en familia y hablar del presente y del futuro para planificar cada paso con tiempo es fundamental.
Dentro del hogar hay que crear un ambiente seguro. Pueden necesitarse medidas como carteles con recordatorios, temporalizadores, alarmas, detectores, teleasistencia, cerrojos, pulseras identificativas… Observar e ir adaptando el espacio.
Puede que el deterioro haga imposible el cuidado por parte de un familiar o cuidador no profesional y se plantee acudir a un recurso residencial adaptado. Pero si no es el caso ten en cuenta que:
- Puedes contar con la ayuda de cuidadores profesionales que tendrán estas y otras recomendaciones en cuenta. Tienen la formación y la experiencia necesaria para adaptarse a cada usuario y el estadio de su deterioro. Contratar un cuidador profesional no tiene por qué ser más costoso que un recurso residencial y su contratación no debe complicarse si se busca una empresa especializada que se ocupe de todos los trámites. Tsys no solo se ocupa de la búsqueda de personal y de todos los trámites, si no que incluye el pago delegado de las nóminas y garantía durante todo el servicio para sustituciones o cambios.
- Es muy beneficioso vivir en un entorno familiar, no les vienen bien los cambios por lo que tener en orden sus cosas, continuar con su mobiliario, ropa, colores de casa, cuidados, es algo muy importante en su evolución y bienestar5. Adapta lo necesario: iluminación, tamaño de relojes o aparatos con letras, objetos que puedan estorbar o ser peligros, orden de objetos según su uso (cepillo y pasta de diente, después vaso y toalla, por ejemplo)
- Crear rutinas les ayuda a ubicarse en el tiempo y el espacio, tener horarios claros y que incluso puedan ver a través de tablas de órdenes con dibujos o relojes de cartón con las rutinas, son herramientas que pueden facilitar su día a día y su estimulación cognitiva y autonomía.
- Favorece su autonomía, aunque el deterioro sea imparable se puede ayudar a enlentecer y crear mayor sensación de bienestar en la persona. Hay actividades esenciales que seguro puede seguir haciendo: fregar los platos, lavar alimentos, cocinar cosas sencillas, coser, regar… Mantén todo lo posible la autonomía de tu familiar y si no puede solo, ayuda y supervisa, por poco que pueda hacer, si puede que lo haga.
¿Qué síntomas tiene una persona con demencia?
Aunque cada demencia tiene sus características, por lo general podemos hablar de algunos síntomas comunes a la demencia:
- Pérdida de memoria que empeora con el tiempo
- Alteración en el lenguaje o dificultad para hablar o encontrar las palabras adecuadas
- Desorientación
- Cambios en el humor y la personalidad
- Comportamientos o actitudes inapropiadas o conflictivas debido al empeoramiento de las habilidades sociales
Estos, además de otros síntomas más particulares de cada enfermedad, provocan una dificultad en diferente grado para llevar a cavo las actividades de la vida diaria. Observar los primeros síntomas y diagnosticar y trabajar en ellos en fases tempranas puede ayudar a paliar la velocidad del deterioro y mejorar el bienestar de la persona afectada y sus familiares.
Existe un deterioro cognitivo asociado a la edad, igual que existen deterioros cognitivos leves o moderados con otro origen. Sin embargo, la demencia es un deterioro cognitivo más grave que afecta a las capacidades mentales y que empeora con el tiempo. Una persona mayor puede olvidar pequeños actos o gestos, no olvida la totalidad de las cosas e impide el desarrollo de sus actividades de la vida diaria.
Podemos ver diferentes tipos de demencia según su origen y, aunque se dan a cualquier edad, es a partir de los 65 años cuando más aparecen. El Alzheimer es el tipo de demencia más significativo ya que es la enfermedad que provoca alrededor del 80% de las demencias.
¿Cuales son las posibles causas de la demencia?
La demencia se considera un trastorno cerebral primario, esto quiere decir que es un trastorno sin ninguna causa.
Algunos tipos de demencia son:
- Alzheimer: congrega el 60-80% de los casos de demencia en personas mayores de 65 años. Es un trastorno cerebral primario caracterizado por la pérdida progresiva de la capacidad mental y el deterioro de los tejidos cerebrales.
- Demencia vascular: que igualmente produce un deterioro de la función intelectual y deterioro de los tejidos cerebrales, en este caso producido por falta de riego sanguíneo y suelen deberse a accidentes cerebrovasculares (ictus o ACV).
- Demencia frontotemporal: es el caso de 1 de cada 10 demencias y suele darse a edades más tempranas (menores de 5 años) y por trastornos hereditarios o desconocidos. La sintomatología varía del Alzheimer en no deteriorar tanto la memoria como este, y afectar más a la personalidad, el lenguaje o el comportamiento.
Si bien es cierto que hay enfermedades que pueden llevar a una demencia que podría revertirse, al cumplir esta característica muchos expertos no las catalogan como demencias.
¿Qué tratamiento está indicado para la demencia?
La mayoría de las demencias tienen un carácter irreversible, por lo que no existe un tratamiento para ellas. Sin embargo, sí pueden tratarse algunos trastornos que las causan o las consecuencias derivadas de ellas. Un médico especialista puede ayudar con los problemas de comportamiento o personalidad, trastornos del sueño o delirios…
Lo que podemos hacer para ayudar desde los cuidados a una mayor autonomía y bienestar es:
- Mantener un estilo de vida saludable: el deporte, el movimiento, una dieta adecuada y equilibrada tiene múltiples beneficios. No hablamos tanto de peso si no de aportar al cuerpo los nutrientes esenciales y necesarios adaptados a las necesidades nutricionales y el estilo de vida de la persona para favorecer no solo su bienestar si no fortalecer su sistema inmunológico y no empeorar con otras afecciones. El movimiento y el deporte no solo ayuda a tener un cuerpo más fuerte y ágil si no que permite continuar con actividades de la vida diaria sin perder capacidades, además puede ayudar a la socialización, el autoestima, el entretenimiento, la concentración, el sueño o el apetito, entre otras muchas, adaptándolo a la sintomatología y las preferencias de la persona.
- Establecer rutinas, mantener la autonomía y trabajar la estimulación cognitiva. Como hemos explicado anteriormente, las demencias conllevan un deterioro inexorable de muchas o todas las capacidades mentales. Ejercitar la mente es primordial para intentar que avance más despacio y otorgar una calidad de vida óptima para la persona y su familia.
- Cuidados profesionales. En la mayoría de los casos es la familia la encargada de cuidar a la persona con demencia. Pero según avanza necesita de ayuda para algunos aspectos del cuidado y es por ello que es importante informarse de todos los servicios que se ofrecen y valorar cuáles se necesitan. Desde médicos, trabajadores sociales, fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales o cuidadores en el domicilio. Existen profesionales formados que cuentan con los conocimientos y la experiencia necesaria para otorgar los cuidados necesarios y adaptados a la evolución de la persona y así cuidar al afectado, pero también mejorar la calidad de vida de sus cuidadores y familiares.
Cuidadores a domicilio especializados
En TSYS contamos con una amplia experiencia en el cuidado de pacientes con enfermedades y patologías específicas.
Te escuchamos
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